El tiempo es vida, y la vida está en el corazón.

6 de junio de 2010

Hola xD

Bueno, desactivé el blog unos días porque pensé que aguantaría hasta fin de curso así ya que no se me ocurría nada que escribir. Pero no jajaja. Anoche me acosté a las 2 de la mañana, pero no tenía sueño. Cogí el libro de temblor, empecé a leerlo desde el principio. Cuando ya iba por la página 280, miro el reloj y ¡sorprsa! las 5 y diez de la mañana. Y yo sin tener sueño. Así que cogí un papel y un boli, que la madrugada es mi mejor hora y comencé a escribir. Así salió este fracmento de mi historia.

Doblo con cuidado la esquina de la hoja del libro y miro a Marcos que descansa con su cabeza apoyada en mi hombro derecho. Oigo su acompasada respiración. Sonrío y me fijo en la cama contigua, en la que debería estar durmiendo él. Me costó horrores convencerle para que durmiera junto a mí. A ver, una noche en la que podemos dormir juntos, en mi habitación. Él es un tío, en su más pura adolescencia, lleno de hormonas. ¿Y se me pone así de casto? Pues vaya tío está hecho. O menuda yo… Suelto pequeñas risas a causa de mis desvaríos y continúo mi lectura. Pasa un rato. Sigo sin tener sueño y ya me he leído más de la mitad. Miro la ventana y el trozo de cielo que deja ver las cortinas. Se ven muchas, así que intento buscarle formas hasta que noto algo en mi cuello. Me giro rápidamente y veo los ojos despiertos y llenos de deseo de Marcos.
-¿No puedes dormir? – Me pregunta a la vez que posa su mano en mi mejilla, incorporándose poco a poco hasta quedar sentado a mi lado
– No… – Mascullo perdida en sus ojos. Pasan unos segundos y sacudo la cabeza para salir de mi trance. Él se sonroja y vacila un poco, acercándose y alejándose con la cabeza de mí.
–Yo tampoco… - río
–Cualquiera lo diría si te hubiera visto antes
–Llevo despierto un buen rato, observándote leer. ¿Tan interesante es ese libro? ¿De qué va? – me arrebata el libro de las manos y comienza a inspeccionar su portada y a leer algunas páginas rápidamente
–Es de amor… – intento quitar el libro de las manos pero él es más rápido.
–Bah seguro que no tan buena como la nuestra – lo miro incrédula
–¿Cómo? ¿Estás hablando de nuestra historia? ¿Del tío que desde que llevo saliendo cinco días con él, me ha besado cuatro veces nada más? – le miro ceñuda – cuatro veces y ya estoy con el mono… -murmuro para mí y río entre dientes.
–¿Las cuentas? –él pega una carcajada- Pensé que querías ir despacio –él sonríe y me coge mi cabeza con sus manos - ¿Quieres que te bese? – pregunta y noto su aliento acariciando mi piel
–No hagas preguntas imbéciles… -mascullo y él se separa, acurrucándose en una esquina de la cama
–Pues hasta que no me contestes… - frunzo el ceño y me acerco a él. Le cojo de la camisa y le obligo a mirarme
–¡Bésame joder! Bésame como si solo nos quedara esta noche. Quiero alimentarme de tus besos. Quiero sentirlos junto a los míos. Bésame lento, suave, con pasión. ¡Pero bésame joder! - sin darme cuenta acabo de pie en la cama, él me mira con los ojos brillantes y una sonrisa pícara. Se pone en pie y me toma por la cintura.
–Son las cinco de la mañana… - me dice y yo frunzo el ceño
–No tengo sueño… -le replico y siento una oleada de sensaciones que me invitan a acercarme a sus labios.
–Cojelos… -susurra Marcos cuando le rozo sus labios débilmente con los míos. Entonces comienzo a besarle. Entonces ya todo lo demás se ha quedado pequeño. El mundo se ha hecho pequeño, ahora nosotros somos gigantes. Acabamos tumbados en la cama, aun besándonos, con las piernas entrelazadas.
–No me despiertes… - le susurro cerca de su oreja y él me besa el cuello, mordisquea mi hombro, sube hasta mi oreja.
–Dime que me quieres… -pronuncia las palabras lentamente en mi oído. Lo que hace que me erice la piel. ¿A qué venía eso?
–No puedo… -me muerdo el labio y miro el techo mientras él sigue dándome pequeños besos en mi cuello. Siempre me ha dado vergüenza decir te quiero a alguien. Nunca me salía. Aunque no entiendo cómo me puede dar vergüenza eso y no el decirle que me coma a besos.
–¿Entonces solo es atracción sexual? – le miro boquiabierta
–¿Cómo puedes pensar eso imbécil? – ruedo los ojos y le vuelvo a mirar – Gracias por arruinar los momentos bonitos. Aparte, sabes que me da vergüenza. Aunque… ¿Acaso hace falta decírtelo para que lo sepas? – suelto un pequeño bufido y desvío la mirada, pero él me coge la cara haciendo que lo mire – Eres muy ñoño a veces ¿sabes? – Marcos me suelta la cara y se coloca encima de mí, siento su peso sobre mí. Su nariz pegada a la mía y sus ojos clavados en los míos. Nuestros ojos, idénticos como dos gotas de agua.
–¿Te da vergüenza decirme te quiero, pero después eres capaz de hacer las locuras más grandes de la historia?
–Ya ves, la vida… que cosas tiene… -Acaricio su pelo con mi mano. El verano no dura siempre. Sé que esto tampoco durará siempre. Que esto es solo el primer amor, el amor de verano. Le beso despacio. Pasando mi lengua por sus labios. Acariciando sus mejillas. Queriéndole. Amándole. Deseándole. Y es que en verdad, las palabras muchas veces se quedan cortas.



Suerte a todos con los exámenes, a mi me queda esta semana. La próxima es más suave. El verano ya está a la vuelta de la esquina, y yo pienso vivir cada día como si fuera el último.
En cuanto termine, lavado de cara al blog. :)

(me podréis encontrar en Tuenti -> Momo Storyteller )


 

3 comentarios:

  1. :)
    mE ENCANTA, la musa te acompaña hasta de madrugada eh?

    besazos! Y suerte con todo y más

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  2. enanaaaa me encanta bueno como lo sabes
    en nada podremos empezar la historia la historia esa qe ablamos

    me aburro mucho aki en taller monografico
    teqero enana

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  3. G.U.A.U!!
    ME ENCANTA!!
    ESATS SUPER...GENIAL!!
    Aaaah...se ve q tienes un don ^^
    tqm.
    me prestarias tu musa??ando seca de ideas...¬¬

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